Cuando en el mundo desarrollado o en crecimiento sostenido ya no se habla de izquierdas o derechas sino de inversión, calidad, distribución justa y competitividad, solo aquí en el Perú se esta retomando viejas retóricas y añejas discusiones que nos remontan a "los años maravillosos" del siglo pasado, los 40s, 50s, 60s,70s,80s, etc.
Llama la atención los panelistas e interlocutores que se presentan en estas discusiones que a través de los medios de comunicación reflotan esos viejos adjetivos halagüeños u ofensivos depende de la dirección en la que se de, algunos de ellos son viejos pero muy viejos políticos de izquierda ya olvidados por el electorado, pero atentos a cualquier problemita de calle para subirse al toldo de la gritadera y exponer sus viejos conceptos de la realidad peruana, también claro están los noveles nacionalistas de izquierda con políticas de reciente importación y olorcito a diesel de PDVSA, y como es frecuente los tradicionales y vitalicios lideres sindicales que piensan que el crecimiento en China, Chile, España, Irlanda etc, es un mal chiste y que el camino a seguir son los puntos que están en su milenario pliego de reclamos dictado por el partido rojito al que pertenecen.
Dentro de este renacimiento de la retórica rancia de la Izquierda buena contra la Derecha mala se encuentra el conocido periodista Cesar Hildebrandt, quien a través de su programa radial, o sus habituales comentarios en la prensa escrita ahora se presenta como un hombre de izquierda que comprende y comparte los ideales sindicales, y denuncia las injusticias de este modelo neoliberal que desde su punto de vista, contamina el ambiente, incrementa la pobreza y beneficia a los grandes grupos de poder.
Es cierto que Cesar Hildebrandt a contribuido al periodismo independiente en momentos en que la dictadura de Fujimori y Montesinos se agudizo y mino todas las instituciones democráticas del País, es cierto que el hombre tiene la valentía para la denuncia, el reportaje acucioso y la noticia veraz, pero también es cierto que todas sus decisiones respecto a su adherencia o simpatía política siempre han sido un desastre, desde ser parte del Aparato estatal de prensa del gobierno dictatorial de Velasco Alvarado, hasta el apoyo a la candidatura de Mario Vargas Llosa que proponía una economía liberal (justo la que el denuncia ahora). Desde la critica agria a las políticas populistas aplicadas por Alan García en su primer gobierno hasta su actual y sorprendente respaldo y simpatía por los grupos y personajes que gritan que regresen esas mismas políticas, como por ejemplo el banco agrario, la rigidez laboral (estabilidad laboral absoluta, etc.), la eliminación de la terciarizacion, etc.
Todo este cambio de su apreciación de la realidad político y económica del País se da bajo una actitud defensiva ante el ataque de un coro de niños de Viena que nadie ve, pero que el asume debe ser la prensa televisiva, el comercio, la banca, los empresarios, la derecha, los fascistas, neonazis, Hitler, Mussolini y demás fantasmas.
Toda esta paranoia se refleja en sus comentarios publicados en el Diario La Primera cuyo director es el izquierdista Cesar Levano y que cuenta como uno de sus dueños al Sr. Martín Belaúnde asesor de Ollanta Humala, así como también en su programa radial en radio San Borja, por donde Desfilan personajes desde la talla de los dirigentes de Conveagro (opositores radicales al TLC), hasta el presidente de la Región Puno Hernán Fuentes, y en donde Hildebrandt afirma que el ministro de Economía es un representante de la Banca y por eso se opone al Banco Agrario, porque este le robara mercado a la banca comercial y que esa es razón suficiente para apoyar esta iniciativa populista, que el TLC es una trasgresión a nuestra soberanía pues implica que vengan los técnicos extranjeros a verificar que nuestros procesos productivos cumplan con los estándares internacionales y lo que pasa con el ALBA en Puno es un acto desinteresado de filantropía de Hugo Chávez, una operación a los ciegos de nacimiento y de convicción, que el cierre de RCTV no atenta contra la libertad de expresión, que este era un canal fascista y bien merecido que se lo tenia y que en Venezuela no hay dictadura (que solo esta en proceso de serlo).
Ahora Cesar Hildebrandt a traído a la actualidad la vieja retórica que ya se supero en otras partes del Mundo, de la izquierda justa contra la derecha explotadora, de la lucha de clases, del capitalismo salvaje que destruye a las clases mas pobres, etc. Habría que ver si esas cosas se discuten en los países desarrollados o en los que están a un paso de serlo gracias a la liberación de sus economías, España, Irlanda, China, Chile, Europa del Este etc., en donde la discusión no son las direcciones (izquierda, centro, derecha) sino las actitudes, (competitivos y libres o mediocres y cerrados)
A todo esto Cesar Hildebrandt trae a la actualidad fragmentos de la historia del Perú, hace remembranzas de como Billinghurst(1912) quiso cambiar las cosas y no lo dejaron, que fue la derecha de siempre la que se lo impidió, la que perdió todas las guerras (me pregunto si la izquierda gano alguna), que lo mismo que esta sucediendo ahora con los empresarios sucedió con los gobiernos en el siglo pasado Benavides, Prado, Odria, Belaunde, García, etc., comenta, compara y concluye que nada ha cambiado. ¡Diablos!, en aquella época no había celulares, mucho menos Internet, el mundo no estaba globalizado, y en el Perú la palabra competitividad no existía, cuando ese tema ya era común en Estados Unidos, Japón y Europa occidental ¿de que rayos esta hablando?.
Personalmente miro con preocupación el futuro del Perú, ante la tradicional incompetencia de Alan García y el APRA en el gobierno por agilizar el gasto publico sin caer en la corrupción, y hacer que la bonanza económica llegue a la mayoría de los peruanos, la vieja retórica de izquierda buena contra la derecha mala avanza, en medio del fastidio de la población desatendida por el estado, que la hace manipulable por los politiqueros que se aprovechan de su frustración, me temo que todo lo poco que se a avanzado en el aspecto de libertad económica y de libertad de expresión se podría ir al traste en este gobierno sino en el próximo. Y allí quisiera ver que dice Cesar Hildebrandt, cuando los que se quieren tirar abajo el modelo económico liberal e implementen el suyo, el socialista, el conocido, el de siempre, con sus estatizaciones, control de precios, copamiento y politización del aparato productivo etc., cuando las empresas y las inversiones, grandes y pequeñas se retiren, cuando vuelva a crecer el desempleo y la pobreza se vuelva a agudizar, ¿y ese día a quien le echara la culpa el Sr. Hildebrandt?, ¿a la izquierda reciclada y retrograda?. Seguramente que si y es por eso que me dan pena sus nuevos amigos, los sindicalistas y políticos de los antiguos partidos de izquierda, que tanto asisten a su programa radial, porque el día que ellos tomen el poder y quieran que el Perú sea un clon de Cuba con carita de Bolivia, Cesar Hildebrandt será de derecha.
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